Autor: Ignacio Barberi
Ha pasado ya mucho tiempo desde aquella vez. Como dijo un gran amigo mío, cuando la
Tierra trató de enamorar a la Luna ocultando sus defectos fue cuando fracasó. Pero yo no lo
hice. Es más, mis defectos fue lo que traté que viera; pero no los halló. Una y otra vez
trataba de hacer que se diera cuenta que no valía la pena; pero no entraba en razón.
La primera vez fue un fracaso monumental. Mi hermano mayor me hizo ver que me faltaba
madurar y por esa misma razón volví a esperar. Cuando llegó el momento solo pasó, ni
siquiera avisó; podríamos decir que de sorpresa me tomó. Pero la muerte llega rápido y en
el deseo no hay descaro que se apoderen de tu corazón, es algo cautivador.
Si nunca te ha pasado estos versos, no vas a comprender, te falta calle. ¿O madurar tal
vez? Un sabio dijo una vez que “Querer queremos” y con esta cita a Cancerbero demuestro
que hasta el mismísimo diablo puede perder contra un sentimiento humano.
Sin decirlo se entiende de lo que hablo, grita todo el rato y nunca lo callamos.
Toda mi vida he escrito poemas, pero estaban vacíos, no tenía un sentimiento vivo ni un
motivo para decir por escrito lo que sucede dentro mío. No es para nadie pero sí para ti.
Con dedicatoria para alguien del CI. Tú sabes quién eres, esto es para ti. ¿Ahora
comprendes lo que siento en mi?
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