Autor: Joaquín Alba
En estos días se lleva a cabo la celebración del mundialmente conocido 8M. Todos estamos de acuerdo en conmemorar la justa lucha feminista por la igualdad en dignidad y ante la ley entre hombres y mujeres. Sin embargo, embebidos en estos ideales, no nos hemos dado cuenta de que este día ha sido secuestrado por el feminismo hegemónico para eliminar el protagonismo de la mujer en general y dárselo a la feminista promedio. Este artículo de opinión es una crítica argumentada al feminismo. Llamamos “feminismo” al movimiento político predominante en la actualidad y no a aquel que se originó en el siglo XIX con el fin de obtener la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, conocido como “primera ola del feminismo”. El actual es un feminismo de género que se ha desvinculado del feminismo liberal o de primera ola, pues tiene consignas muy diferentes como el aborto, la ideología de género, las cuotas de género, el lenguaje “inclusivo”, etc. El feminismo actual es un pensamiento dogmático y, en realidad, no representa una ayuda para la mujer, sino todo lo contrario. Según el diccionario, la palabra “dogma” significa: Punto esencial de una doctrina o un sistema de pensamiento que se tiene por cierto y que no puede ponerse en duda dentro de su sistema. En este artículo se demostrará por qué el feminismo cumple con estas características. Además, es un movimiento que cae en diversas contradicciones que se analizarán en este texto.
En el año 2015, en Argentina, nació el movimiento “Ni Una Menos” con el objetivo de acabar con la “violencia machista”. Este movimiento se expandió por toda la región hispanoamericana y se manifestó con diferentes marchas que se llevaron a cabo en el 8M. No obstante, es importante destacar que con respecto a los llamados feminicidios: “[...] a cuatro años (2019) de la primera marcha del Ni Una Menos, el drama que se desprende de las cifras no sólo indica que los números se mantienen, sino que están aumentando [...]”. Estos datos se encuentran públicos en el portal de la Oficina de la Mujer, de Argentina. Por lo tanto, al ser esta información únicamente de Argentina y estar actualizados hasta el año 2019, nos hace pensar que la situación es mucho más preocupante en los otros países de la región. En consecuencia, esto demuestra que el feminismo no sirve para solucionar el problema de la violencia hacia la mujer, pero lo importante es analizar las razones de su ineficacia. El politólogo y escritor argentino Agustín Laje menciona lo siguiente en un artículo acerca del 8M: “[...] el feminismo definitivamente está incapacitado para resolver el problema de la mujer, y ello es así porque tiene una lectura ideológica de la realidad que le impide analizar las causas reales de la violencia, que son mucho más complejas que la paparruchada del género, sus lugares comunes y sus fantasmas, tales como el “patriarcado”, el “heteropatriarcado” o la “falocracia”. En otras palabras: el feminismo consume recursos y tiempo, sin arrojar ningún resultado positivo. [...]” (Laje, Agustín, 2020). En efecto, este es el primer argumento que apoya la postura de que el feminismo es un pensamiento dogmático que, además, se contrapone a la realidad y explica las causas de los problemas de la mujer desde la ideología y no desde los datos, como todos esperaríamos que se hiciera.
El dogma del feminismo nos dice que la principal causa de los llamados “feminicidios” es el “patriarcado” y el machismo. En este aspecto, se evidencia el pensamiento religioso que coloca a la figura del “patriarcado” como la religión cristiana coloca a Satanás. Por otra parte, hay un sector del feminismo (el más radical) que tiene como hipótesis que dentro del ADN del hombre hay una característica que lo llevaría a cometer la atrocidad de la violación. Evidentemente, esta ridícula afirmación es puramente ideológica y no está sustentada en ningún campo de la ciencia. Es importante romper con este relato de la lucha de sexos, la cual es muy similar a la lucha de clases de la que hablaba Karl Marx, que nos dice que los hombres serían violentos, machistas y violadores. Esto se puede escuchar en cada marcha feminista, donde el coro del himno o el cántico sagrado de esta religión laica dice: “el violador eres tú”. Sin embargo, los que cometen el crimen de la violación son los violadores, la violencia no tiene género y es crucial reconocer que el relato anterior solamente sirve para dividir a la sociedad.
Al contrario del feminismo, a continuación, voy a tratar de buscar causas que ayuden a comprender el tema de la violencia hacia la mujer y presentar posibles soluciones reales. En primer lugar, las causas de la violencia sexual contra las mujeres puede estar ligada al perfil del violador. Dicha persona puede tener un perfil con las siguientes características: su objetivo es la búsqueda de poder y sentimiento de dominación a la víctima, tiene un sentimiento de inferioridad o frustración vital, posible historial de abusos, poca capacidad de empatía, infancia con un cuadro de drogas y alcohol en la familia, entre otros factores. Después de tratar con estos problemas y prevenir que una persona se convierta en un violador, podemos presentar propuestas para combatir el problema de la violencia contra la mujer. Las principales propuestas para luchar contra los violadores, maltratadores y asesinos de mujeres son: la cadena perpetua y prisión efectiva, y la castración química (procedimiento médico reversible y temporal, que utiliza sustancias hormonales como el acetato de medroxiprogesterona, cuyo efecto antiandrogénico disminuye los niveles de testosterona, inhibe la libido y, así, controla los impulsos sexuales).
Lo curioso de esto es que el feminismo se opone a estas medidas y lo único que propone es: implementar la educación sexual integral en los colegios utilizando el adoctrinamiento en género, legalizar el aborto para asesinar a niños por nacer y creer que eso mágicamente eliminará los problemas de la mujer que quiere abortar y, por último, hablar con la letra “e” y decir “todes” porque la letra “o” es, de alguna manera, machista.
El feminismo es violento y su fundamento actual es el odio hacia el hombre. "Matá a tu papá y a tu novio y a tu hermano". Se trata de una de las tantas consignas pintadas en las paredes de edificios públicos y privados chaqueños por las militantes feministas que participaron del 32º Encuentro Nacional de Mujeres. Además, suelen atacar símbolos como catedrales de una religión distinta a la suya, en este caso, la religión cristiana. Esto sucede utilizando bombas molotov y vandalizando las paredes de los templos. La conclusión es que el feminismo es intolerante y, parafraseando al filósofo Karl Popper, la sociedad tiene que ser intolerante con la intolerancia.
Para seguir en la línea de la violencia que representa el feminismo actual, se debe ahondar en el tema del aborto. Esta es una consigna promovida por el feminismo hegemónico en Latinoamérica. De hecho, en Argentina, lamentablemente, se legalizó hace pocos meses. Es necesario destacar que esta consigna está ligada exclusivamente al feminismo actual y desarraigado del original, pues el feminismo sufragista del siglo XIX no promovía este tipo de agendas. Por el contrario, existe el ejemplo de Alice Paul, activista feminista y sufragista. Ella expresó una frase muy incómoda para el movimiento abortista del feminismo de hoy: “El aborto es lo último para abusar ilegítimamente de la mujer, el aborto es violarte hasta las entrañas”. Un ejemplo más: “Las esposas deliberadamente se permiten quedar embarazadas de niños y luego, para evitar convertirse en madres, deliberadamente los asesinan cuando aún están en sus úteros. ¿Puede haber una condición más desmoralizada que ésta? Somos conscientes de que muchas mujeres intentan excusarse por practicarse abortos sobre la base de que no es un asesinato. Pero el hecho de recurrir a un argumento tan débil solo demuestra más palpablemente que se dan cuenta de la enormidad del crimen”. (Victoria Woodhull, feminista y primera mujer en ser candidata a la presidencia de EEUU en 1870). Habiendo dejado esto claro, pasaremos a explicar por qué el aborto es asesinato, es machista y perjudica a la mujer.
En principio, no se puede comenzar sin contestar la pregunta más importante: lo que hay dentro del vientre de la mujer, ¿es vida humana? Esta pregunta se contesta muy fácilmente y, un error en el que caen muchas personas es que creen que esto es una cuestión de opiniones. Sin embargo, es la ciencia y la genética más moderna la que responde esta pregunta. El Dr. José Luis Velayos, catedrático de la Facultad de Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid, en su artículo sobre bioética titulado Comienzo de la vida humana menciona lo siguiente: “La vida de cada persona comienza con la fecundación. El dinamismo biológico de todo ser vivo, comienza con la unión del espermatozoide y el óvulo”. El feminismo tiene como principal frase armada (que vuelve a demostrar el pensamiento dogmático) a favor de la legalización del aborto: “mi cuerpo, mi decisión”. Esto es algo muy curioso si somos serios con la información y tenemos en cuenta a la ciencia y a la genética más avanzada, porque esta ha demostrado que el ser humano dentro del vientre posee una carga genética distinta a la de su madre. Jérome Lejeune, padre de la Genética Humana es citado en el artículo El cigoto es humano, de Carlos Prosperi (Dr. en Ciencias Biológicas) donde sostiene: “Afirmar que la vida humana comienza después de la fecundación no es científico. Es una afirmación arbitraria, fruto de ideologías o intereses ajenos a la ciencia. El cigoto, fruto de la fusión de las dos células germinales, es un individuo distinto del padre y de la madre, con una carga genética que tiene el 50 por ciento de cada uno de los progenitores”. Por lo tanto, queda desmentido el mito de que el concebido es parte del cuerpo de la mujer y queda demostrado que el aborto es, en realidad, un asesinato y una violación al derecho a la vida. Sin embargo, hay un dato más que le quitaría la máscara al feminismo de movimiento que apoya a la mujer: en la información genética del ser humano por nacer se encuentra el cromosoma X que, junto a otro cromosoma, determina el sexo del concebido desde la fecundación. El conjunto de cromosomas XY determina que el sexo es masculino y el conjunto XX determina que es femenino. Por ende, el feminismo está a favor de asesinar mujeres dentro del vientre de su madre. Esta es la mayor aberración que el feminismo promueve.
Por si todo eso fuera poco, hay un factor más que el feminismo deliberadamente oculta y/o ignora sobre el aborto: el Síndrome post-aborto. El movimiento se manifiesta a favor del aborto como si fuera una suerte de solución a los problemas de la mujer desesperada y que quiere abortar. No obstante, esta práctica, lejos de solucionar algo, perjudica a la mujer. Desde la medicina psiquiátrica: “[...] El Síndrome Post Aborto se encuadra como un trastorno posterior a un acontecimiento vital importante que genera estrés. [...] Los síntomas presentes cumplen los criterios diagnósticos del Trastorno de Estrés Post Traumático (TEPT) [...]”. (Foscarini, 2018). Efectivamente, los síntomas pueden ser: depresión, llanto frecuente, ansiedad, sentimiento de culpa, pesadillas relacionadas al aborto, entre otras. No hace falta decir que hay diversos testimonios que pueden corroborar esta información. Entonces, ¿al feminismo realmente le preocupa que la mujer atraviese por todos estos problemas? Tengo la sensación de que no tiene ningún interés en ayudar a las mujeres.
El movimiento feminista tiene otra consigna que se esfuerza en promover: la ideología de género. El término ideología está correctamente utilizado porque en el diccionario figura como: “Conjunto de ideas que caracterizan a una persona, escuela, colectividad, movimiento cultural, religioso, político, etc”. Es bastante irónico, pues la ideología de género es un conjunto de ideas anticientíficas que erradican la sexualidad humana del ámbito natural para explicarla únicamente desde el ámbito cultural. Esto quiere decir que el principal argumento del catecismo de género es que no importa el sexo de la persona, sino cómo se autopercibe. Por lo tanto, esta ideología desvaloriza el ser mujer porque, según ella, un hombre puede ser una mujer solamente si se autopercibe como tal. Un ejemplo muy famoso es la frase de la filósofa y escritora del feminismo existencialista Simone de Beauvoir, de su libro El segundo sexo: “No se nace mujer; se llega a serlo”. Con el tema anterior, se demostró que el relato feminista no se preocupa por la mujer, ahora se demuestra que, en realidad, no se preocupa por la mujer biológica, sino por la que se “autopercibe” como tal.
No se puede hablar del feminismo y cómo desvaloriza a la mujer sin hablar de las cuotas de género o de paridad. Esta consigna nace cuando el feminismo actual se da cuenta de que hay ciertos espacios dentro del sector público y privado en los que la mayoría de trabajadores son hombres y se siente profundamente indignado con ello. Es por esto que su mejor propuesta son las cuotas de género, que consisten en tener una cantidad pareja de hombres y mujeres en ciertos espacios. Sin embargo, esto es algo que se ha llevado a cabo en Noruega hace muchos años y fracasó rotundamente: “el país nórdico exigió que cuatro de cada diez miembros de los consejos de administración de las empresas cotizadas fuesen mujeres. Sin embargo, diversos informes han concluido que dicha medida tuvo malas consecuencias económicas por distintos motivos [...] cada aumento del 10% en la representación femenina fue de la mano con un descuento del 12% en el valor de las empresas en bolsa”. En conclusión, además de las consecuencias económicas negativas que presenta la implementación de las cuotas de paridad, es una forma de tratar a la mujer como a alguien inferior, porque no se tiene en cuenta la meritocracia y que la mujer puede llegar a ciertos puestos laborales debido a su propio desempeño.
Finalmente, después de analizar los argumentos y evidencias presentados a lo largo de este artículo, se puede concluir que el feminismo tiene ciertas características machistas: probablemente sin darse cuenta trata a la mujer como inferior, pues le dice cómo tiene que pensar, actuar y, en algunos casos, votar. Al feminismo hegemónico, en realidad, no le importa la mujer. Esto se ha demostrado en temas como el aborto y las cuotas de género. Además, tiende a ser muy selectivo con la mujeres que dice defender, por ejemplo, cuando la mujer es provida, las militantes feministas no dudan en agredirla física o verbalmente. El feminismo de la actualidad es un movimiento dogmático, violento, intolerante, ideológico e inútil.
Solamente el dejar de lado dogmas y consignas, nos permitirá acercarnos a la realidad y a las verdaderas causas de los problemas, para enfrentarlos y resolverlos de la mejor manera, sin divisiones ni enfrentamientos, sino unidos en humanidad. Para no sólo conmemorar, sino apoyar, de verdad, a la mujer.
Autor: Joaquín Alba
Total falta de respeto hacia las mujeres, hacia madres, niñas, compañeras y profesoras tuyas. Tu texto recabe cosas ciertas pero la mayoría de este no es más que opiniones machistas. Es totalmente inverosímil que alguien como tu venga de un colegio donde se inculcan valores de respeto, tolerancia e inclusión. Como feminista no me considero "violenta, intolerante, ideológica e inútil". Después, no debería de molestarte tanto otra persona que se auto-percibe diferente a ti, nada te cuesta, absolutamente nada tratar a esa persona como ser humano que es, sin criticarlo por una decisión que no te afecta en lo más mínimo.
Como mujer feminista de este colegio me parece una total falta de respeto que autorizen la publicación de estos artículos que sólo están llenos de machismo. Dejan que los hombres hablen de los problemas de la mujer cuando ellos no los viven. TODO ESTE ARTÍCULO ES PURO MACHISMO. Una total vergüenza.
Se nota que no sabes nada de embriologia, no son niños, son células no desarrolladas, sin vida, el que te importe más un conjunto de células y no una mujer desarrollada habla mucho sobre ti. Ustedes no son próvidas, ustedes son personas que quieren seguir controlando el cuerpo de la mujer.
Estas diciendo que los feminicidios aumentan, pero no pones las razones. Mejor hablemos de cómo el machismo mata a un montón de mujeres al año y como la violencia machista afecta al 97% de las mujeres (según una encuesta) , el feminismo no mata a ningún hombre.
"no representa una ayuda para la mujer", acá podemos ver a un hombre hablando sobre los problemas de la mujer. Los privilegios se notan.