Autor: Luciano Velaochaga
Chelsea vencía al Manchester City dos a uno. Una gran jugada individual de Christian Pulisic y un penal anotado por el brasileño Willian le daban la victoria a los de Frank Lampard. Con esto, la tan ansiada espera de treinta años había culminado: una vez más el Liverpool podría gritar campeón poniendo fin a la sequía más larga de toda su historia.
Con siete fechas por disputar y con veintitrés puntos de ventaja los de Klopp consiguen su tan ansiada Premier League que también es la primera bajo el nuevo formato de liga instaurada en 1992. Décadas de fracasos y burlas son hoy minimizados con la excelente performance del conjunto “red” que a lo largo de toda la temporada solo regalaron puntos en tres ocasiones, teniendo la posibilidad de convertirse en el campeón con la mayor cantidad de puntos en la historia del fútbol inglés.
Un club con mucha historia, principalmente durante los años setenta y ochenta donde de la mano de grandes jugadores como Ian Rush y Kenny Dalglish lograron dominar el fútbol inglés por casi quince años, ganando un total de once ligas y cuatro copas de Europa. Los tiempos de gloria se fueron haciendo más lejanos para el auge de figuras como Steven Gerrard y Jamie Carragher preservan la esencia del equipo que pudo hacerse de una Champions League en 2005/06.
Desde la llegada de Jurgen Klopp como entrenador en 2016 el club inició una metamorfosis que empezó a dar frutos tras la llegada del egipcio Mohamed Salah en 2017 y que consiguió las piezas finales del rompecabezas en 2018 con la llegada de Allison y Virgil Van Dijk. En menos de cuatro años pasaron de ser la burla de los equipos grandes a ser considerados el mejor equipo de Europa y actual campeón de Inglaterra. Un cuadro muy sólido en todas las posiciones del campo, con dos laterales que revolucionaron el juego por banda como Alexander-Arnold y Robertson; un mediocampo de recuperación rápida con Fabinho, Wijnaldum y Henderson; y un ataque de lujo con nombre tales como Firmino, Salah y Mané.
Estamos hablando de un equipo que fue capaz de ganar cerca de seis partidos en los últimos quince minutos. En un plantel que logró hacer ochocientos pases en un partido dejando al rival sin un solo toque en el área y un club que pudo reconstruir su historia en menos de media década. Una Champions League, un Mundial de Clubes y una Premier League hablan por sí solas.
Yendo un poco más al lado personal, me considero hincha del Liverpool desde hace ya cuatro años y puedo decir que no hay club más místico a lo largo de todo el mundo. Me enamoré de su gente, me enamoré su historia pero hay algo que me hizo perder la cabeza por este equipo y fue su himno: el famoso “You’ll Never Walk Alone”. Una canción que más que acompañar al Liverpool en todos sus partidos refleja lo que pasamos todos los hinchas de este deporte. Momentos tristes y momentos deplorables, pero siempre sabiendo que existe un cielo dorado al final de la tormenta hacia el cual nunca vas a caminar solo. Ayer, 25 de junio de 2020 pude disfrutar de ver a mi equipo ganar su primera Premier League, quizá no lo viví desde cerca pero si hay algo que el fútbol me enseñó es que no hay distancia que pueda minimizar el cariño por un club.
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