Autora: Gabriela Estefanía Díaz Lopez
Hoy comenzó el tercer bimestre, 12 de agosto. No es algo tan emocionante ir al colegio a veces, ya que regresamos a las tareas y exámenes, pero bueno, aún así, me parece divertido estar en el colegio.
Sigamos con la historia. Como hoy es lunes, tocaba mástil, así que al llegar, dejé mis cosas y me fui corriendo al coliseo. Al llegar, me dirigí a mi lugar, pero me encontré en la fila de la "B"; una persona que hace más de un año que no veía.. Se llamaba Sophia, viene de Estados Unidos, en inglés me ayudó con algunas palabras que le faltaba traducir a mi grupo. Incluso, el último día que estuvo en el CI, le hice un dibujo. Tuvimos momento inolvidables. Recordé a otra chica que siempre viene al colegio de visita por su primo, quien estudia aquí. Nunca hablé con ella, ya que creí que sería algo incómodo, así que iba a aprovechar que estábamos en el mismo salón para hablar.
Al final del mástil, me acerqué con mi mejor amiga, Alexandra, a saludar a Sophia. Nos volvimos a presentar para que se acuerde de nosotras, pero no se acordó hasta que mencioné lo del dibujo. Nos pusimos a hablar sobre las cosas que ocurrieron en el colegio camino a los salones.
No hablé mucho con Sophia durante el tiempo que estuvo, pero sí con la otra chica. Se llamaba Luciana. El primer día que le hablé, le conté cosas sobre mí, como mis gustos, cosas que hago, etc. En los siguientes días, mientras estaba hablando con mi mejor amiga, ella vino detrás mío y me agarró de los hombros -HOLA, me saludó. Siempre me decía eso al hacerlo, y me asustaba todas las veces.
Luciana estuvo en mi grupo colaborativo, fue divertido trabajar con ella. Realmente, cuando alguien le pedía a algún profesor escuchar música, él le decía que no, pero, si Luciana iba, le decían que sí, cosa algo curiosa.
Me gustó mucho pasar el tiempo con ella, volverá en noviembre (según ella), pero, aunque estuviera en el CI durante dos semanas nada más , fue muy divertido estar con ella.
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