A través de los años

11 ago 2020

Autora: Camila Blanc

Iniciamos el segundo semestre en medio de la gran crisis que la pandemia del coronavirus ha generado; estando en casa, hemos tenido mucho tiempo para reflexionar sobre nosotros como peruanos. A un año del bicentenario, muchos aún piensan que el escudo y la bandera nacional son lo que nos identifican como peruanos, pero ¿es eso lo único? Nuestra forma de hablar, vestir, comer, construir, caminar, manejar ¿no nos identifican? ¿no nos unen a todos? Hoy día, veremos cómo ha evolucionado la cultura limeña, andina y selvática en los últimos doscientos años.

Tres años después de la independencia del Perú, las batallas cesaron y ahí es donde empezaremos nuestro recorrido como nación. Aún influenciados por los españoles, los limeños conservaron tradiciones del Virreinato como las famosas tapadas, que no desaparecieron hasta el año 1860; por otro lado, en los Andes, muchas de las tradiciones incaicas se mezclaron con las españolas dando pie a una cultura original que se mantendría hasta nuestros días.

En ese mismo siglo, el arte y la literatura fueron la forma en la que los peruanos expresaron su nueva libertad como país, ya que en ambos la formación académica pasó a ser menos importante, y muchos artistas lograron destacar y hacer obras únicas.

Se puede decir, que desde sus inicios como república, el Perú ha sido racista. Con el fin de solucionar los problemas económicos de la época, el gobierno fomentó la inmigración china y japonesa como mano de obra. Esta inmigración, aportaría mucho a la cultura de nuestro país, ya que introduciría muchas costumbres como el Año Nuevo chino y mezclaría su gastronomía con la nuestra dándonos nuevos platillos como el chaufa, el lomo saltado y el chancho con tamarindo.

En la sierra, durante las primeras seis décadas siglo XX, empezó un cambio radical en el que la gente migraba y dejaba su tierra natal con el fin de buscar la modernidad limeña. Esto produjo ciertos cambios en las costumbres limeñas como la introducción de la famosa canchita a la mayoría de los platillos tradicionales. Pero también trajo consecuencias para las regiones andinas, ya que el quechua perdió popularidad, pues los hablantes nativos sentían vergüenza de sus orígenes.

En Lima se instauraron nuevas modas que todos los jóvenes de clase alta seguían: la más popular, ir a jironear. Esta consistía en ir al famoso Jirón de la Unión a pasear, hacer amigos y comprar, pero lo más importante era presumir tu dinero utilizando ropas finas y caras. Por otro lado, a pesar de los intentos en el siglo XVIII para cambiar la cultura en la selva, sus habitantes siguieron conservando sus costumbres debido al respeto hacia sus antepasados y a que aún seguían prácticamente aislados del mundo.

Hasta entonces, la leche y especias se vendían ambulantemente y el lechero iba de casa en casa vendiendo leche fresca a todos los ciudadanos, pero las nuevas cadenas de supermercados que aparecieron en masa entre los años 60 y 80 del siglo pasado, acabaron con esta vieja tradición. Lima, era una ciudad conocida por los buenos modales de sus ciudadanos y la excelente atención al público que se brindaba en todos los establecimientos.

El siglo XXI llegó, la nueva modernidad, influenciada por las costumbres estadounidenses y europeas, acabó llevándose finalmente la hospitalidad que caracterizaba a nuestra sociedad. Con la creciente inmigración venezolana, probablemente nuestra forma de ser cambie otra vez, permitiendo a nuestra cultura seguir evolucionando. A través de los años el Perú ha demostrado ser un país rico y diverso, y las diferentes influencias que hemos tenido sólo han hecho más vasta y rica nuestra cultura.

A través de los años

Autora: Camila Blanc

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