Autor: Joaquín Alba
El pasado 11 de septiembre, mismo día en que se conmemora el atentado a las Torres Gemelas del 2001, en Nueva York, EEUU, murió el cabecilla del grupo terrorista Sendero Luminoso, el genocida Abimael Guzmán Reinoso, a los 86 años. En este artículo ya no se va a abordar el contexto político actual y la relación entre Sendero Luminoso con el gobierno de Pedro Castillo, porque ese tema ya ha sido analizado en los artículos “El ‘terruqueo’: la incómoda verdad” y “El castillo se derrumba”, publicados en La Voz del Lobo. En el presente texto se analizará la figura de Abimael Guzmán y, sobre todo, su pensamiento.
Según la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), las víctimas de la época del terrorismo fueron un aproximado de 69280 personas, de las cuales un 46% fueron víctimas de Sendero Luminoso. El número de asesinados por este grupo terrorista se estima en 31331 personas, lo que lo convierte en el principal causante de muertes. Pero, ¿por qué se causó tanto daño en nuestro país? Esta pregunta se responde del siguiente modo: si se combina la naturaleza de la ideología de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso con el culto a la personalidad y el fundamentalismo casi religioso dentro de este grupo, se puede explicar que el modo de proceder sea con extrema violencia y provocando tanto terror y sufrimiento.
Abimael Guzmán fue profesor de Filosofía en la Universidad de Huamanga, en Ayacucho. Lugar que convirtió en un centro de adoctrinamiento de jóvenes, pero no es sorprendente, porque, por lo general, estas ideas siempre son transmitidas de esta forma. Fue expandiendo su peligroso pensamiento a más y más personas, con la imagen de que él era el único portador de la verdad y conocedor de la fórmula mágica para solucionar los problemas de los pobres. “(Abimael) Guzmán impuso sus puntos de vista sobre gente que conocía de primera mano el campo ayacuchano. [...] lo que para Guzmán debió ser una lucha de los campesinos por la tierra contra los hacendados semifeudales, terminó por convertirse en una proliferación de conflictos sangrientos en el interior del mundo campesino”. (Portocarrero, 2012. Profetas del odio, p. 37). Su movimiento actuaba en nombre de los campesinos, pero terminó causando muchísimas muertes dentro de este sector, y es que, para Guzmán, el fin justifica los medios.
El campo de la psicología es muy útil para el análisis de la figura de Abimael Guzmán. Este enfoque es el que le da Gonzalo Portocarrero en su libro “Profetas del odio”. Abimael Guzmán tuvo una infancia dura, principalmente porque su madre lo abandonó. Esto lo marcó y creó una cierta mentalidad en él: “en vez de quejarse y mostrar su dolor, Guzmán se esconde bajo el uniforme de un superhombre. Alguien capaz de una temprana y decidida autosuficiencia. Es el mito del héroe que se crea a sí mismo”. (Portocarrero, 2021. Profetas del odio, p. 152).
Guzmán tenía un pensamiento mesiánico, se presentó ante sus seguidores como una suerte de enviado, elegido o predestinado para encabezar la lucha popular del proletariado, siguiendo con los ideales marxistas-leninistas-maoístas, que se convierte en un dogma religioso para Sendero. Se creó el mito del “presidente Gonzalo” que se convierte en un peligroso culto a la personalidad. “La obediencia fanática a Guzmán deviene en motivo de orgullo para sus seguidores. Y sentirse como un Dios es el goce del «Presidente Gonzalo»”. (Portocarrero, 2021. Profetas del odio, p. 159). Una prueba de esto es la forma en que la terrorista Elena Iparraguirre se puso delante de Guzmán en el momento de su captura para evitar que los policías le hagan algo, como si fuera una especie de dios.
La ideología política de Sendero Luminoso es lo que se podría clasificar como una ideología totalitaria de extrema izquierda o de izquierda radical, que tiene como grandes referentes a Carlos Marx, Vladimir Lenin y Mao Tse Tung. Recordemos que Guzmán se había formado en un ámbito intelectual de ideas de izquierda y desde joven se había sentido atraído por el pensamiento de la revolución del proletariado y el marxismo. La naturaleza violenta de la ideología que adopta Guzmán es evidente. Marx hace una mención explícita del método violento para tomar el poder en su Manifiesto Comunista: “Los comunistas no se cuidan de disimular sus opiniones y sus proyectos. Proclaman abiertamente que sus propósitos no pueden ser alcanzados sino por el derrumbamiento violento de todo el orden social tradicional”. (Marx & Engels, 1984. Manifiesto Comunista, p. 89).
El “pensamiento Gonzalo” es definido por Guzmán como “la aplicación del marxismo-leninismo-maoísmo a la revolución peruana la que ha generado el pensamiento gonzalo, en la lucha de clases de nuestro pueblo, del proletariado principalmente, de las incesantes luchas del campesinado y en el gran marco estremecedor de la revolución mundial.” (El Diario, 1986. La entrevista del presidente Gonzalo). Sin embargo, la ideología de Sendero Luminoso es el marxismo-leninismo-maoísmo.
El pensamiento de Guzmán es fundamentalmente maoísta, por eso, es importante conocer quién es el genocida Mao Tse Tung. Este cruel dictador chino llevó a cabo asesinatos en masa, torturas, hambrunas, persecuciones y la creación de campos de concentración. Todo esto, bajo la excusa de la Revolución Cultural y la instauración de las ideas comunistas en China. Abimael Guzmán tomó a este personaje como ejemplo a seguir.
Es de gran importancia reconocer al Grupo Especial de Inteligencia del Perú (GEIN), a la Dirección Nacional Contra el Terrorismo (Dircote) y, en general, a la Policía por su incansable trabajo por derrotar al terrorismo comunista de Sendero Luminoso y MRTA. El GEIN se encargó de la Operación Victoria, una operación histórica que resultó en la captura del cabecilla Abimael Guzmán y otros miembros de la cúpula de Sendero, el 12 de septiembre del año 1992, durante el gobierno de Alberto Fujimori. “Para decirlo en breve, sin Guzmán no habría Sendero Luminoso. La conflictividad de la sociedad peruana podría haberse tramitado de una manera más atomizada y dialogante, menos violenta [...] Así concentró el poder absoluto, de manera que su captura llevó al colapso del movimiento”. (Portocarrero, 2012. Profetas del odio, p. 150).
La batalla más fundamental de todas en términos políticos, es la batalla cultural; y, mediante esta batalla, se debe combatir a las ideologías totalitarias y radicales que pretenden imponerse con el uso de la violencia o con el uso de la democracia. A pesar de que Abimael Guzmán haya muerto, sus ideas aún siguen vivas, él tenía esto bien claro. Por eso, nuestro trabajo es luchar contra esas ideas y asegurarnos de que la historia no se vuelva a repetir, por el bienestar de nuestro país, por la memoria de las víctimas del terrorismo y por aquellos que lucharon por defender a nuestra patria. La importancia de transmitir a las nuevas generaciones lo que sucedió en aquellos oscuros años es vital, para conocer nuestra historia y aprender de los errores. Al final, no con un fin político, sino con un fin moral, no nos debemos cansar de repetir la frase: Terrorismo nunca más.
Fuentes:
Comisión de la Verdad y Reconciliación. (2003). Anexo 2: ¿Cuántos peruanos murieron? Informe Final Comisión de la Verdad y Reconciliación. http://www.cverdad.org.pe/ifinal/pdf/Tomo%20-%20ANEXOS/ANEXO%202.pdf
Comisión de la Verdad y Reconciliación. (1986, septiembre). La entrevista del Presidente Gonzalo. (Realizada por el periódico marxista “El Diario”). https://www.verdadyreconciliacionperu.com/admin/files/libros/600_digitalizacion.pdf
Portocarrero, G. (2012). Profetas del odio. Raíces culturales y líderes de Sendero Luminoso. Fondo Editorial de la PUCP.
Marx, C., & Engels, F. (1848, febrero). Manifiesto Comunista. https://sociologia1unpsjb.files.wordpress.com/2008/03/marx-manifiesto-comunista.pdf
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