Autora: Camila Blanc - Editora
Queridos papás,
¿Qué son para nosotros nuestros papás? ¿Son héroes de cuento? o ¿Son los villanos de la historia?
Muchos definen a sus papás como un superhéroe real, pero para eso, hay que saber ¿qué es un superhéroe? Tal vez podríamos definirlo como el salvador, el que nos saca de nuestros problemas, el que está siempre allí para apoyarnos, aunque nos equivoquemos, siempre va a protegernos, entonces todos concordamos que las descripción realizada encaja con nuestros padres. Pero nadie puede negar que alguna vez nos hemos molestado con ellos, no les hemos hecho caso y seguro se ve como en esos momentos de las películas de terror en el que aquel ingenuo personaje va hacia el ático tenebroso y oscuro, y aún en esos momentos en el que nuestros papás serían aquellas personas que gritan ¡nooo, no lo hagas! Están allí, siempre están allí.
Saben que no debes entrar, saben que no es un lugar seguro, que cosas malas y peligrosas podrían pasar en ese ático, pero después de decir que no entremos, nos acompañan, porque si nos equivocamos ellos no van a dejarnos solos, van a protegernos hasta el final.
Si nos fijamos en los detalles, hacen lo que pueden para evitarnos dolor, sin embargo, saben que en algún momento nosotros tendremos que enfrentarnos a diferentes retos necesarios y ellos no podrán evitarlo; no obstante nunca se quedan atrás, aunque podamos no ver que nos acompañan o no quererlos allí, siempre están.
Se que decir gracias en este punto se vuelve ordinario, pero no hay otra palabra u otro sentimiento que pueda describir lo que deseo decir. Quiero agradecer a todos los padres, por simplemente serlo. Sé que puede sonar a una expresión vacía, no obstante, quiero agradecer a cada uno por ser quien es, por hacer lo que hace, por el esfuerzo que ponen todos los días por nosotros, por el cariño que todos los días nos brindan, por cada segundo que pueden pasar con nosotros. Así como ustedes no dejan de amarnos cuando están molestos, nosotros tampoco. Puede ser que un día no queramos hablar, que algún día nos alejemos, que los dañemos de alguna manera que no es intencional, pero, como todos, los hijos tenemos muchas fallas y errores como cualquiera. Para finalizar, quiero pedir disculpas por aquellas veces en las que tropezamos, por palabras o actos que pudieran dañarlos.
En conclusión, gracias por todo y disculpa por nuestras metidas de pata.
Quiero desearles un feliz día a todos los papás del CI y también recordar que cada día son nuestros papás. No necesitan un día especial porque ustedes son especiales todos los días.
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