Autor: Pietro La Torre Zambrano
Estimado señor Presidente,
Este 28 de julio, los peruanos tan sólo queremos pedirle que verdaderamente ame al Perú. Pero, ¿qué es amar al Perú? Es mucho más que un sentimiento: es un modo de vivir, pensar y actuar buscando siempre el bienestar del pueblo peruano, la igualdad y la justicia. El amor al Perú no se traduce únicamente en recorrerlo, conocerlo, estudiarlo y admirarlo, sino que implica el amor al pueblo, el ver a nuestros hermanos como una parte nosotros, como miembros de un mismo cuerpo.
Y, en este sentido, señor Presidente, al pedirle que ame a nuestra patria, le pedimos que sea honesto, ordenado, transparente y un protector de los peruanos. Que sea como un escudo que nos proteja de la delincuencia, de las desigualdades, de las carencias. Que sea un libertador que rompa las cadenas que nos atan al miedo, a la frustración y a las necesidades. Que sea un héroe que derrote a la corrupción y ponga en primer lugar al bien común.
Señor Presidente, amar al Perú es nunca olvidarse de las comunidades que claman por su ayuda, de los niños que no cuentan con educación, de los pueblos abandonados al interior del país y de quienes reclaman el respeto de su dignidad y sus derechos. Amar a nuestra patria es trabajar en equipo con el Legislativo y demás entidades del Estado a fin de lograr el desarrollo del país, la gobernabilidad, el bienestar de la ciudadanía y la estabilidad política y económica.
Amar al Perú es conocer nuestra realidad nacional, buscar soluciones justas a los conflictos sociales, velar por el cuidado de los más vulnerables y, por sobre todo, trabajar en pro de los peruanos y “a mayor gloria de Dios”.
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