Autor: Fabrizio Repetto - Editor
María Isabel Granda y Larco, más conocida como Chabuca Granda, fue una cantautora peruana de música criolla, considerada como una de las mejores cantantes y compositoras en nuestro país. Es autora de diversas canciones, entre ellas tenemos a “La flor de la canela”, “José Antonio”, “El puente de los suspiros”, entre otros, pero estos tres temas son los que la gente utiliza para recordar a este personaje de la canción peruana.
Veamos algunos aspectos de su vida: ella nació el 3 de septiembre de 1920, en el Departamento de Apurímac, siendo hija de Eduardo Granda, empresario minero e Isabel Larco, parte de la (entonces) oligarca y prominente Familia Larco. Tres años después, en 1923, la familia se trasladó a Lima, donde fue bautizada en la Iglesia de los Huérfanos, ubicada en el Cercado de Lima. Estudió su educación primaria y secundaria en el famoso Colegio Belén, de las Madres del Sagrado Corazón de Jesús, ubicado en San Isidro, y realizó sus estudios universitarios en el Instituto Fememino de Estudios Superiores, propiedad de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Su carrera artística inicia a los doce años de edad, cuando fue seleccionada para participar en el coro de su colegio, debido a su voz de soprano, aparte de ser vicepresidenta de la Asociación de Canto del Colegio Belén. No obstante, su primera participación como cantante (todavía amateur) se da en 1937, al integrar el dúo “Luz y Sombra”, con Pilar Mujica y posteriormente con las hermanas Gibson. Se casó años después, en 1944, con el aviador brasilero Enrique Fuller, teniendo como hijos a Eduardo Enrique, Carlos Enrique y Teresa María. Esta última preserva actualmente la obra de su madre. No obstante, el matrimonio Fuller-Granda culminó con un gran escándalo en 1952, al ser Granda acusada por su esposo de conducta deshonesta ¡solo por componer canciones! No obstante, ella no se rindió y en ese mismo año inició con la composición musical.
Años después viajó a los Estados Unidos, pero al regresar estudió Teatro en la Asociación de Artistas Aficionados y practicó deportes en el Club Lawn Tennis. Tal como mencioné, una de sus composiciones más famosas fue “La flor de la canela”, escrita en 1956. Está inspirada en Victoria Angulo, una lavandera morena. Otros temas basados en personajes que conoció fueron “Fina estampa”, en homenaje a su padre, José Antonio, en homenaje al criador de caballos de paso José Antonio Lavalle y García, “Las flores buenas de Javier” en honor a Javier Heraud, poeta chileno y “Cardo y ceniza” a Violeta Parra, cantante chilena. En homenaje a Lima, ciudad en la que vivió la mayoría de su vida, compuso el tema “Limeñísima” en 1961. Para concluir esta etapa de su vida y por insistencia de su hija Teresa, compuso su “Misa criolla” en 1969.
Nuestra querida Chabuca se internacionalizó, presentándose en varios países del mundo, de forma que iba extendiendo la canción criolla a países vecinos donde había una gran comunidad peruana en el exterior. Uno de sus últimos viajes fue a Estados Unidos, desafortunadamente, no pudo regresar al Perú. Luego de sufrir varios infartos desde 1980 y tras someterse a una operación “a corazón abierto”, María Isabel Granda y Larco falleció el 8 de marzo de 1983 en Miami, por complicaciones postoperatorias. Su vida y legado continúan presentes en distintas obras, como la famosa Alameda Chabuca Granda, en el Cercado de Lima, o el monumento que tiene en Barranco, donde pasó gran parte de su infancia. Asimismo, fue condecorada por la OEA (Organización de Estados Americanos) y póstumamente con la Orden del Sol del Perú. Su hija Teresa mantiene vivo su legado a través de diversas exposiciones u obras artísticas, donde nos recuerdan que Chabuca Granda es y seguirá siendo parte fundamental de la historia del Perú.
Comments