Autor: Pietro La Torre Zambrano
I. Introducción
La ruptura con España inició no como una contienda bélica, sino como una corriente de pensamiento que se trasladó al campo de batalla a fin de materializarla. Hasta cierto punto, hay ausencia de líderes peruanos en su proceso de independencia; sin embargo, esta aseveración se limita al ámbito militar, pues, en el plano ideológico, encontramos un gran número de personajes con una participación notable en nuestra independencia. Y uno de ellos es don José Baquíjano y Carrillo de Córdova.
Baquíjano y Carrillo era un prestigioso catedrático de la Universidad Mayor de San Marcos, por lo cual fue el encargado de pronunciar un discurso “de elogio” al recién llegado Virrey Agustín de Jáuregui. Se estilaba, durante el Virreinato, que un prohombre sanmarquino, en el claustro de la célebre institución, recibiese al representante del rey en una ceremonia solemne en la cual se loaba a la nueva autoridad. Empero, en el discurso de Baquíjano, al decir del historiador Percy Cayo, “fueron muy parcos los elogios”, y se criticó al régimen colonial.
II. Contextualización
Comprender el contexto histórico en el que Baquíjano dió estas palabras resulta fundamental para entender por qué un lugar en el cual el sistema colonial se encontraba tan arraigado -como lo era la ciudad de Lima- se manifestó en contra de éste. El Perú estaba siendo sometido a la implementación de una larga serie de reformas que estaban modificando radicalmente las estructuras políticas y económicas virreinales. Era la época de Carlos III de España y de su ministro de Indias José de Gálvez, quien veía con malos ojos la presencia criolla en la administración colonial.
Cuando arribó Jáuregui al Callao, la élite limeña pasaba por momentos muy complicados: desde que el Visitador Areche había llegado al Perú en 1777 por encargo de José de Gálvez, emprendió una política de exclusión contra los criollos de los cargos burocráticos; y la libertad de comercio de 1778 había puesto punto final al monopolio limeño. Por lo tanto, la élite criolla se encontraba enormemente disconforme ante esta situación, y se manifestó en el discurso de Baquíjano.
III. El Elogio a Jáuregui de Baquíjano
José Baquíjano y Carillo era miembro de la poderosa e influyente nobleza criolla limeña, descendiente de conquistadores. Heredó de su hermano mayor el título de Conde de Vistaflorida. Como segundogénito, se dedicó, a lo largo de su vida, a la carrera académica, siguiendo la tradición de la nobleza. Se educó en el Colegio Real de San Martín de los jesuitas, y luego se doctoró en Leyes por la Universidad Mayor de San Marcos. Por ser un personaje conspicuo de la Universidad, fue designado para pronunciar el discurso de recibimiento del Virrey Jáuregui.
En la ceremonia, Baquíjano procedió a la declamación, en la cual reclamó ácida pero elegante y sutilmente la forma en la que era llevado el Virreinato. Como escribió el ilustre historiador jesuita Vargas Ugarte, “Sin duda que Baquíjano no le regateó al Virrey las alabanzas de estilo, pero en medio de esas flores dictadas por las circunstancias emitió conceptos que eran una novedad para la época y encerraban veladamente una admonición”.
En su discurso, Baquíjano supo señalar la triste situación de los indígenas y, además, reveló el descontento de las clases altas. Por ello, Percy Cayo, afirma que al conjugarse la rebelión de Túpac Amaru II y el Elogio de Baquíjano, la sociedad peruana en su conjunto se muestra disconforme con el régimen colonial y con la situación general del Virreinato: “si en esta [la rebelión de Túpac Amaru] se pronuncia el mundo andino, en la voz de Baquíjano se pronuncian la clase alta, los intelectuales y sectores acomodados de aquella sociedad, también insatisfechos con la situación”.
IV. Cierre
José Baquíjano y Carrillo de Córdova es considerado, tanto por este pronunciamiento como por ser presidente y fundador de la Sociedad de Amantes del País y escritor del Mercurio Peruano, precursor de nuestra Independencia; no obstante, no fue partidario de la separación política de España. Su aporte, por tanto, a la gesta independentista se circunscribe al plano ideológico, al ámbito intelectual, al papel, en donde se plasmó el descontento y la desazón hacia el régimen colonial.
Este año, 2021, conmemoramos 240 años del pronunciamiento de este trascendental discurso. Vargas Ugarte escribió que se publicaron 600 ejemplares del discurso escrito, mas fue catalogado de sedicioso y se ordenó el recojo de todas las unidades; sin embargo, tan sólo se logró confiscar 312, pues los demás se habían dispersado por todo el Virreinato. El Elogio a Jáuregui de Baquíjano resulta, entonces, como una primera chispa separatista, puesto que demuestra la disconformidad de la élite criolla ante la forma en la que era llevado el Virreinato; empero, la élite limeña no se planteó la independencia como una solución a esta situación porque del régimen colonial también obtenía sus privilegios.
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