Autor: Pietro La Torre Zambrano
I. Contextualización
La independencia, no sólo del Perú sino de toda Hispanoamérica, tuvo su inicio en la formación de una conciencia nacional y en la concepción de una realidad distinta. Sin embargo, la contienda bélica que se tuvo que llevar a cabo para conseguirla surgió con la crisis de la monarquía española, que surgió tras la invasión francesa de la Península ibérica.
En 1808, el ejército francés ocupó militarmente España a fin de atacar Portugal, que se negaba a acatar las disposiciones de Napoleón. No obstante, el emperador exigió, además, que los Reyes de España, Carlos IV y su sucesor, Fernando VII, abdiquen para colocar a su hermano José Bonaparte en el trono español. De esta manera, los reyes españoles fueron encarcelados en Valençay.
A pesar de todo, el pueblo español se mantuvo fiel a los Borbones y desconoció a José I como su legítimo soberano. Dado que los reyes estaban en prisión, los ciudadanos optaron por autogobernarse hasta que el ejército francés desocupe su país, para lo cual se formaron Juntas de Gobierno en todo el territorio. Así inició la guerra de la independencia española.
II. La Junta de Buenos Aires
Ante el encarcelamiento de los reyes de España, la legitimidad y la autoridad de los virreyes se vió mermada, puesto que ya no había un monarca al cual representar (Cayo, 2004, p. 19). De este modo, surgieron Juntas de Gobierno en Hispanoamérica, que, antes que gobernar en nombre del rey, tenían por objeto separarse de la metrópoli debido a la formación de una identidad nacional distinta a la peninsular.
Surgieron Juntas de Gobierno en diversas ciudades de Sudamérica; empero, todas fueron combatidas por el virrey José Fernando de Abascal (gob. 1806 - 1816), quien enviaba tropas desde el Virreinato del Perú para derrotar a los movimientos disidentes. Pese a sus esfuerzos, la Junta de Buenos Aires nunca pudo ser erradicada.
Los bonaerenses concluyeron que su independencia estaba condicionada a la de toda América, principalmente a la del Perú, que era el centro del poder realista. En este contexto, José de San Martín arribó a costas rioplatenses y se unió al servicio de la independencia de su patria.
III. La Corriente Libertadora del Sur
Los revolucionarios de Buenos Aires decidieron atravesar la Audiencia de Charcas, el llamado Alto Perú, para poder llegar a Lima, al corazón del poder español. La expedición fue derrotada; no era el camino correcto para llegar hasta el Perú. San Martín propuso poner en marcha otro plan, el Plan Maitland: atravesar los andes, liberar Chile y llegar al Perú por mar.
El plan fue cumplido al pie de la letra: San Martín creó el Regimiento de Granaderos a Caballo en Mendoza, atravesó los andes, y consiguió la independencia chilena luego de la batalla de Maipú, ocurrida el 5 de abril de 1818. Ahora debía embarcarse rumbo al Perú, y, para tal cometido, el gobierno chileno contrató al Almirante Lord Thomas Cochrane.
Cochrane realizó tres expediciones al Perú: en la primera, tomó la Isla de San Lorenzo e incluso llegó hasta Guayaquil; en la segunda, buscó un lugar estratégico para desembarcar en Perú; y en la tercera, sin duda la más importante, logró transportar al ejército libertador hacia el Perú. La Expedición Libertadora, conformada por 24 naves, zarpó de Valparaíso el 20 de agosto de 1820, y desembarcó en la Bahía de Paracas el 8 de septiembre del mismo año.
IV. Cierre
Un día como hoy, el ejército libertador, compuesto por más de cuatro mil hombres, llegó a nuestro país, iniciándose la guerra por nuestra independencia. Luego del desembarco, San Martín se estableció en Pisco, y firmó el decreto de los símbolos provisionales del Perú el día 21 de octubre de 1820.
Respecto a la primera bandera nacional escribió lo siguiente: “Se adoptará por bandera nacional del país una de seda, o lienzo, de ocho pies de largo, y seis de ancho, dividida por líneas diagonales en cuatro campos, blancos los dos de los extremos superior e inferior, y encarnados los laterales; con una corona de laurel ovalada, y dentro de ella un Sol, saliendo por detrás de sierras escarpadas que se elevan sobre un mar tranquilo.”
El desembarco de San Martín en Paracas significó el inicio de la contienda bélica que lograría la independencia del Perú cuatro años después. Nuestro deber como peruanos es conmemorar este importante acontecimiento.
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