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¿Cómo no perder el tiempo en cuarentena?

Foto del escritor: La Voz del LoboLa Voz del Lobo

Autor: Arat Guneri


Dada la coyuntura que estamos viviendo, y habiéndose visto afectadas las clases, el tiempo libre del que ahora nosotros, estudiantes, disponemos es mucho mayor. Pero es aquí en donde surge la pregunta: ¿cómo aprovechar este tiempo al máximo?


El primer día de la cuarentena, personalmente, no supe qué hacer. Entregué mis tareas, y después comencé a jugar. No hice nada más. Mi mamá siempre me molesta cuando me ve jugando, y siento que lo hace para bien. Pero después le pregunto a mis compañeros y resulta que ellos también han hecho lo mismo; y así fue durante la primera semana. Llegué al punto en el que, milagrosamente, me aburrí de jugar. Me propuse armar un horario. Investigué un poco, busqué las mejores plantillas y comencé con su elaboración.


Cuando uno tiene que plantearse un horario, debe buscar jerarquizar la prioridad de cada una de las tareas que se deben realizar durante el día. Siento necesario explicar, de acuerdo a Ricardo Gallo, los cuatro aspectos más importantes al momento de elaborar un horario:


1. Tener un objetivo claro. De esta manera se podrá saber qué es lo que uno quiere priorizar. Por ejemplo, un deportista profesional armará un horario centrado en su entrenamiento, al igual que un estudiante lo centrará en sus estudios.


2. Que el horario no sea diario, ni mensual. Que sea un horario por semana. En lo personal, mi horario tiene “dos días”. Es decir, que mis lunes, miércoles, viernes son iguales. Lo mismo con los martes y jueves. Además, siento que los fines de semana también se pueden aprovechar. Obviamente descanso estos días, pero eso no significa que no haga nada. Le doy un tiempo a limpiar mi cuarto (sí, no soporto ver una sola marca de polvo en mi cuarto), a estudiar y a leer. El resto del día, dentro de lo que puedo, descanso o paso el tiempo con mi familia. Para no desmotivarse y apegarse al horario, recomiendo que le dediquen un tiempo a sus hobbies. Creo que la mejor manera de ceñirse al horario es recompensándose.


3. Analizar los resultados -beneficios- que se obtuvieron desde que se aplica el horario en nuestro día a día. No hay mejor manera de explicarlo que con un ejemplo: dentro de mi horario establezco cuánto tiempo le dedico a las tareas y a estudiar. Si hay resultados positivos, es decir, si es suficiente para estudiar y completarlas, la estrategia está bien; de lo contrario, cambio el horario de acuerdo a lo que se necesite reforzar.


4. El último punto, y para mí el más importante, pero más difícil: la disciplina. Siento que si el objetivo que se planteó es lo suficientemente claro y es un objetivo que de verdad se anhela conseguir, no será tan complicado.


Al principio me costó mucho seguir este horario, pero ahora agradezco el haberlo planteado desde un inicio. Con el tiempo, poco a poco, se mejora.


Esta herramienta me trajo muchísimos beneficios. Desde hace dos años que no duermo bien, ya sea simplemente porque no puedo dormir, porque me quedo despierto hasta muy tarde haciendo tareas que podría haber hecho si seguía un horario o por avanzar mis proyectos personales sin darme cuenta de la hora. El tener un horario me ha permitido estudiar, hacer ejercicio, avanzar mis proyectos y dormir el tiempo que necesita mi cuerpo para recuperarse del trabajo del día. Les recomiendo intentar preparar un horario y que ustedes mismos experimenten todos estos beneficios.




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