Autora: Aitana Bendayan
¿Por qué en nuestra sociedad existen tantas trabas? ¿Qué nos falta para lograr esa libertad que muchos anhelamos sentir? Sin duda, son varias las razones que nos impiden esto, y que por tanto, debemos solucionar. Una de las más marcadas desde mi punto de vista, y de la cual surgen muchas otras, son las actitudes que representan el rechazo a la diversidad social de nuestro país. Se cree que no es primordial para el progreso, cuando en realidad es la base de nuestra cultura y la manera en la que nos mostramos al mundo.
No sería posible entender nuestra realidad actual sin la diversidad social. Nuestra propia historia se ha formado mediante un largo proceso de interacciones o intercambios entre los seres humanos, tan similares como diversos entre sí. Y es que, como dice el Secretario General de la ONU, este término “es una fuente enorme de riqueza, y no una amenaza”. Todos y cada uno de nosotros poseemos nuestra propia esencia, la cual en conjunto con otras, han logrado todo lo que vemos a nuestro alrededor. Es por eso, además, que un artículo de la revista Investigación y Ciencia de España muestra que diversas investigaciones realizadas por profesionales en el área de las ciencias sociales revelan que “los grupos socialmente mixtos son más innovadores que los homogéneos”. Es y será difícil cambiar la perspectiva de quienes rechazan la diversidad social como herramienta para el avance de la sociedad. Pues, si entre nosotros, quienes conformamos la mayoría, no podemos respetar lo diferente, ¿qué podemos decir de quienes forman parte de las minorías?
El 21 de marzo de cada año se celebra el Día Internacional del Síndrome de Down, alteración genética que surge a raíz de un solo cromosoma extra. Ciertamente, es el diagnóstico más conocido por la mayoría de nosotros, aunque eso no signifique que sean incluidos en la sociedad como cualquier otro ser. Desafortunadamente, el Sr. Ban Ki-moon (ONU) menciona: “encaran la estigmatización, el maltrato y la falta de apoyo. Con harta frecuencia, los desafíos que enfrentan comienzan muy temprano en la vida, cuando son excluidos de los sistemas de educación de calidad, el acceso adecuado a la atención médica, los programas de intervención temprana y la educación inclusiva, vitales para el crecimiento y el desarrollo de las personas con síndrome de Down.”
A pesar de estas actitudes que los afectan seriamente, ellos siguen intentando desarrollarse dentro de la sociedad, y en muchos casos resultan exitosos. Existen actores que han pertenecido a series o películas reconocidas; así como en deportes como la gimnasia o el básquet. Por otro lado, son consideradas personas con una personalidad pasiva, alegre, divertida y generosa. En muchos aspectos, nos demuestran que es de lo que nosotros carecemos y necesitamos para poder eliminar esas trabas que mencionaba al comienzo. Tal y como dice una conocida frase: “es increíble como el exceso de un cromosoma puede eliminar toda la maldad del ser humano”.
Debemos lograr ser capaces de reconocer el valor de nuestra diversidad social, e incluir a quienes también, aunque muchos aún no acepten, forman parte de ella. Abracemos nuestras diferencias que se complementan entre sí. De esa manera preservaremos nuestra cultura que tantos países admiran. Sintámonos orgullosos de nuestra esencia y la del otro, pues sólo así conseguiremos eliminar gran cantidad de las trabas, por no decir todas, que bloquean nuestro avance como sociedad peruana.
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