Autor: Pietro La Torre
(6 de julio de 1821)
I. Antecedentes.
Don José de San Martín desembarcó en la Bahía de Paracas el 8 de septiembre de 1820. Estableció su Cuartel General en Pisco y desde allí encomendó al general Juan Antonio Álvarez de Arenales llevar a cabo una campaña en la sierra central del Perú. El 6 de diciembre del mismo año, las tropas libertadoras se enfrentaron a las realistas del general O'Reilly en la Batalla de Cerro de Pasco. El triunfo patriota se logró gracias al apoyo de las montoneras.
De igual forma, San Martín encargó al Almirante Lord Cochrane el bloqueo del puerto del Callao y se dirigió rumbo a Huaura. La intención del Libertador era lograr el desabastecimiento de Lima impidiendo el ingreso de productos de importación e imposibilitando la internación de productos de la sierra a la ciudad.
II. El Motín de Aznapuquio.
Desde 1816, Joaquín de la Pezuela venía ejerciendo el cargo de Virrey del Perú. Empero, la inactividad del ejército realista respecto a las tropas sanmartinianas, sumada a los triunfos patriotas, las proclamas en el norte del Perú y la escasez de alimentos en la capital, convergieron para causar su destitución.
Así, los altos mandos realistas exigieron a Pezuela la entrega del poder al general José de La Serna, llevando a cabo su levantamiento en Azanapuquio el 29 de enero de 1821. Al virrey no le quedó otra opción y tuvo que acatar las imposiciones del ejército. De esta manera, La Serna asumió las riendas del virreinato.
III. La Conferencia de Punchauca.
En este contexto, el virrey entrante consideró pertinente llevar a cabo una conversación con el Libertador con la finalidad de encontrar una salida pacífica al asunto, obedeciendo las instrucciones de la Corona de negociar con los grupos disidentes. San Martín compartía esta visión; prefería una guerra de ideas antes que una de armas. Por ello, la reunión se llevó a cabo en la Hacienda Punchauca, en el actual distrito de Carabayllo, al norte de Lima.
A diferencia de las Conferencias de Miraflores, en las que emisarios de San Martín debatieron con los del virrey, ambos personajes conversaron frente a frente. Sin embargo, no se llegó a ninguna resolución: San Martín exigía el reconocimiento de la independencia del Perú y el virrey ordenaba que se respetara la autoridad de Fernando VII de España. Luego de los diálogos, el virrey decidió abandonar Lima.
IV. Retiro del virrey La Serna.
La Serna se dio cuenta que la situación de Lima era insostenible y que su poder se encontraba mermado por la presencia sanmartiniana. Así que dispuso su traslado a la sierra, desde donde gobernó el Bajo y Alto Perú hasta 1824, año en que fue firmada la Capitulación de Ayacucho.
La Serna tomó la complicada decisión de abandonar Lima por la presión de las tropas patriotas sobre la capital, que se veían apoyadas por el bandolerismo imperante y la intimidación de las montoneras. Ante esta situación, La Serna se asentó en Cuzco, donde contaba con un ejército de más de veinte mil hombres repartidos entre toda la sierra central y sur del Perú.
Así, el retiro del virrey La Serna permitió el ingreso de San Martín a Lima y la ocupación patriota de la ciudad, proclamándose la independencia el 28 de julio de 1821. Por ello es que debemos portar con orgullo nuestra escarapela en este mes de julio; para conmemorar los ciento noventa y nueve años que tenemos de libertad.
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