Autora: Andrea Medina
Gritar en silencio es un apodo de la ansiedad. Esta tiene de todo un poco y viene en distintas presentaciones. Dolores de cabeza, llorar sin sentido, gritar, golpear objetos, entre otros. Si nos ponemos a pensar, todos hemos pasado por esto, pero hay veces en las que lo tomamos como una rabieta o querer llamar la atención. Las personas se expresan de distintas formas, unas más públicas que otras, pero también es cierto que algunas de estas aprovechan sus circunstancias para llamar la atención en exceso y eso puede resultar una molestia.
En el mundo nadie es igual, pero sí tenemos las mismas sensaciones y sentimientos. Pocos saben que hay detrás de cada persona y, aunque creas que la conozcas, estás equivocado. Siendo una adolescente, sé de muchos que sufren de estrés, desórdenes alimenticios, desamores o de inseguridades, pero hay un problema muy grande: casi nadie nos toma en serio. Un día podemos estar bien y el otro mal y lo primero que escuchamos es “la pubertad te está afectando” o “Aj solo quiere llamar la atención”. ¿No les da asco? No porque algunos aún no maduren hay que generalizar; la gran mayoría de adolescentes se preocupa por muchas cosas: notas, entregas de trabajo, familia, amigos, universidad,etc. .
La típica frase que afirma que el adolescente actúa impulsivamente es cierta. Muchos actuamos impulsivamente porque después de 16 años diciéndonos que es bueno y malo y qué debemos hacer o no, logramos una libertad en nuestras decisiones y alzaremos la voz a lo que nos parezca justo, aunque nos equivocamos en el intento. Eso ocasiona un caos en la mente y produce esas reacciones porque no somos entendidos como quisiéramos. No pedimos que nos traten como adultos porque aún no lo somos, pero tampoco como niños porque ya no lo somos. Somos como un libro, como una página en blanco que necesita ideas para impulsar las letras sobre sí: los adolescentes somos el borrador con algunos cabos sueltos pero es lógico,coherente y tiene un propio pensamiento y el adulto debería ser la página corregida, aún con errores, pero ya limpia.
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