Autora: Camila Blanc
¿Qué es lo que hacemos día a día? ¿Una de nuestras decisiones puede cambiar la vida de alguien? ¿Podremos salvar vidas? ¿Arriesgarías la vida por la de alguien más o por la de muchos? Seguramente son muchas de las preguntas que se hace un doctor día a día, porque ellos no saben qué tipo de caso puede llegar ese día al hospital, no saben si en sus manos estará la vida de alguien de tres años o de cincuenta. No saben si llegará un caso que sea un hombre con hijos y esposa o un señor de 76 solo y sin nadie que vele por él. Nadie sabe si a quien ese día tendrán que salvar es un ladrón que tiene una bala en el pecho o una víctima de balacera con una bala en el estómago.
Pero ahora, aparte de preocuparse por eso, los médicos tienen el riesgo de que por querer salvar una vida arriesguen la suya, tienen el riesgo de que al estar cuidando un paciente en UCI contagiarse de una enfermedad que los podría terminar matándolos. Es como si todo el tiempo llevaran una pistola en la cabeza, dejando de lado su vida para que otras personas puedan continuar con la suya.
Ellos siguen protocolos, siguen reglas, pero siempre hay riesgos y esos riesgos son los que nosotros nunca vemos, nunca nos preocupamos por aquellos que algún día, tal vez cercano o muy muy lejos, podrían salvar nuestra vida, salvar a quienes más amamos. No somos nada agradecidos, solo vemos lo que corresponde a nosotros, los problemas que a nosotros nos aquejan.
Nosotros no nos preocupamos por nuestros médicos. Sé que la mayoría de las personas puede creer que haría lo que sea para salvar a alguien, pero en realidad no es tan cierto. Si nuestra vida también está en riesgo nuestra primera reacción es salvarnos y no a los demás, en especial dar la vida por alguien que no conoces, la labor de un médico, en especial en estos tiempos de pandemia es sorprendente.
Hasta el día de hoy hay 103 médicos que han fallecido, aparte de que hay 76 más que permanecen en la UCI a causa del COVID-19. Hay 948 médicos contagiados en Lima Metropolitana, la mayoría de ellos pertenecen al Minsa, es decir a un hospital del Estado, lo que demuestra que ni siquiera el propio Estado se preocupa por sus médicos, médicos que salvan a su pueblo, ¿cómo vamos a continuar así?
Tenemos que empezar a valorar más a los médicos, enfermeras, bomberos, policías, rescatistas, en realidad a la mayoría de personas, deberíamos valorar más a todos, preocuparnos por personas que no seamos nosotros, ser capaces de darlo todo por otros y ayudar a otros que en verdad lo necesiten sin importarnos el precio a pagar. Así que si estas dispuesto, “hoy es un buen día para salvar vidas”.
Comments