Autor: Juan Diego Tovar
“La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir”
- Gabriel García Márquez
Eran momentos confusos para aquel que disfrutaba de un recreo en la calidez del colegio. La interrogante nació horas antes, cuando por la San Claudio de la Colombiere se difundió el rumor de una posible pausa de dos semanas; una vez confirmada la sospecha, la felicidad fue unánime. Era una pausa corta y llena de anhelo. No sabíamos que tal vez sería la última vez que escucharíamos una clase de manera presencial en nuestra vida escolar.
La cuarentena había comenzado, y los grupos de PlayStation se reanudaban con las llamadas nocturnas y las tareas pasaban a un segundo plano; volvimos a enero. Los primeros días el estrés era nulo, luego comenzaron las pesadas clases virtuales; de hecho, muy duras para un alumno al que su colegio no lo tiene acostumbrado a un tipo de enseñanza con obligaciones diarias. De alguna u otra forma, volví, al igual que muchos compañeros, a sentir la necesidad de reflexionar sobre el momento, al fin y al cabo seguíamos siendo alumnos de último año que pronto ingresaríamos a la universidad.
La segunda etapa de las clases virtuales estuvo mejor estructurada, ya teníamos horarios establecidos, sin embargo, eso significó tener que aceptar que las posibilidades de volver a la enseñanza presencial, lamentablemente, se tornaban más lejanas y casi imposibles. La ansiedad se hizo presente, el dolor por la pérdida del viaje de promoción y por el Día de la Madre, terminaron por sellar nuestro desconsuelo. Ya nada era como en un inicio, tuvimos que aceptar que la última promoción de varones que cierra muchos años de tradición, tendrá que vivir su última estancia mediante un aparato tecnológico.
Todo esto nos ayudó a reconocer la ayuda que La Inmaculada nos brindó y brinda a lo largo de los años. Definitivamente, con el apoyo de profesores y la educación ignaciana que tan presente ha estado en nuestras vidas, se logra entender a la inmovilización social obligatoria como un escenario de reflexión. Luego de tantas pláticas sinceras con los maestros, ahora sabemos que la vida es una caja llena de sucesos inesperados, y nuestro deber es entender qué beneficio y enseñanza podemos rescatar de una realidad con distintas situaciones que carecen de límites, para así lograr nuestros anhelados objetivos.
Hay un brote inequívoco de felicidad en mí, cuando tengo la oportunidad de ver que mis hermanos inmaculados me demuestran, y se demuestran, que ninguna adversidad será mayor que el amor por el colegio que nos vió crecer, ni mayor que el vínculo que nos une.
Comentarios memorables de algunos hermanos de promoción:
“Ser alumno en cuarentena en un colegio jesuita, es un poco deprimente por todos los recuerdos que podríamos haber tenido, sin embargo no los tenemos por tanta espera; causa desilusión. Tenemos que demostrar de lo que estamos hechos como alumnos jesuitas, demostrar todo lo que nos han enseñado de valores como: la resiliencia que debemos tener ante este tipo de situaciones, autoconocimiento, conociéndonos a nosotros mismos para tener buena cara en este mal tiempo. Creo que por más malo y feo que pueda ser este tiempo, tenemos que sentirnos afortunados de ser alumnos de este colegio; esto es lo que importa al final.” -Rodrigo Chávez
“Es interesante cómo en estos tiempos de cuarentena se vuelve tangible lo que la frase, “uno no sabe lo que tiene hasta que le hace falta’’, nos enseña. Desde que empezó la cuarentena lo que más nos ha afectado es la falta de contacto social, la falta de ver a mi pata todos los días, de verle la cara a mis 86 hermanos y saludarnos y sonreírnos. Es por eso que no faltan las ganas de reunirse en Zoom para conversar horas de horas como lo hacíamos en persona. Definitivamente el momento en el que nos volvamos a ver, será uno de los reencuentros más bonitos de nuestras relaciones.” -Ricardo Vidaurre
“Esta situación para mí es tener esperanza de volver a reunirnos, tener la disposición para que las actividades puedan salir como se hubiera esperado que salgan. Tener disposición, esperanza y ganas, es difícil por lo nostálgico, pero si cada uno pone de su parte, es más fácil sobrellevar la situación.” -Cristobal Muente
“Para un alumno de quinto de secundaria en este colegio particular, es bastante perjudicial, la cuarentena limita bastante las opciones y uno se ve obligado a depender de la tecnología y conocimientos adquiridos previamente. Uno puede salir adelante, pero no es tan sencillo. A veces sinceramente no se tiene muchas ganas de hacer lo que necesita para salir adelante, ya sea porque las circunstancias lo han hecho así o simplemente no estás acostumbrado a vivir de esta manera. Desde un punto de vista particular me trajo situaciones negativas, pero aún así seguimos acá.” -Pablo Lévano
“Para mí, esta situación seguir siendo ejemplo, así como nosotros veíamos como ejemplo a los de quinto. Intentar seguir siendo ejemplo a pesar de todo lo que está pasando, lo estamos superando, y tenemos que ser fuertes.” -Ivo Cedrón
“La verdad es que ser alumno de quinto en tiempos de cuarentena, lo veo como un reto. Un reto para afrontar estas dificultades que puedan aparecer así de la nada en la vida. Un espacio que nos permite valorar las cosas que mayormente se nos pasan, principalmente la familia, el tiempo que podemos pasar con ellos en nuestras casas.” -Luciano Velaochaga
“Lo malo es que no nos podemos ver. Yo creo que lo único malo de esta situación, de cómo está afectando a la promoción, es que no nos podamos ver. Bueno, esto también nos sirve para una preparación para el futuro. El reencuentro va a ser lo más chévere, el reencuentro será un abrazo de diez segundos por que se extraña ver a nuestros hermanos.” -Joaquín Gonzalez
“Bueno, cuando yo me enteré que ya no íbamos a volver al colegio, la verdad que me dió bastante pena, me sentí bastante triste, realmente este año era para que hagamos un cambio, dejemos una huella, nosotros somos la 2020, la última de hombres, y realmente esperaba dejar un legado bastante grande en el colegio, y ver cómo es que poco a poco íbamos avanzando, ver el último partido de adecore de mayores, de fútbol, de básquet, de vóley, de lo que sea, estar presente en todo, dejándole a los menores una enseñanza: el estar siempre dispuesto a ayudar a los demás cuando más lo necesiten. Pero definitivamente hemos podido sacar adelante muchas cosas y seguimos unidos.” -Juan Rodrigo Macedo
“Ser alumno de quinto y tener clases virtuales es complejo, complejo porque siempre hemos querido, sobretodo sentir esa unión de promoción, pero que sea tangible, poder vernos, poder divertirnos, estudiar juntos, y todas las actividades que incluyen quinto. Ahora termina siendo una realidad distinta pero que estamos sabiendo sobrellevar de buena manera, cada uno está aceptando la realidad, asimilando, y nos estamos dando cuenta que al final no va a haber otro año así, y que sea presencial o virtual, lo tenemos que disfrutar al máximo.” - Alejandro Del Carpio.
Permítanme colarme en sus comentarios aunque caiga espesa. Voy a pegar lo mismo que puse en mi muro de fb al compartir este artículo :
Ser alumno de quinto de secundaria, en tiempos de pandemia es un reto.
Este 2020 dejó a mis adorados chicos de la San Claudio de la Colombiere sin muchas de las experiencias que todo Inmaculado vive en su último año.
Yo soñaba con que alguno fuera el "hermano mayor" de mi hija, moría por verlos en la actuación del Día de la Madre (que la promoción siempre prepara) y despedirse de su colegio como la ÚLTIMA promoción de sólo varones del emblemático Colegio de la Inmaculada.
Pero la vida cambió todo, me acuerdo el último…