Autor: Sergio Requena
El colegio es el lugar en donde nos hemos formado académicamente y aprendido una gran parte de los conocimientos que tenemos. Pero también es donde hemos conocido a grandes personas y hemos vivido miles de experiencias que siempre quedarán en nuestra memoria.
Puede que para muchos el concepto del colegio no sea completamente alegre porque no todos tienen una gran pasión por los estudios. Sin embargo, el colegio va más allá del aspecto académico y tiene un valor simbólico muy grande en el corazón y la mente de todos los que formamos parte de él, ya que es una parte fundamental que te ha llevado a ser la persona que eres actualmente.
Si bien es cierto, todos nos hemos logrado adaptar a la virtualidad y hemos podido trasladar todas nuestras costumbres y nuestro estilo de vida al nuevo sistema, creo que hablo por todos cuando digo que regresar al colegio presencialmente es de los momentos que más esperamos. Todavía llevamos el sentimiento de esperanza y ansias de volver al colegio de la misma forma en la que hemos estado acostumbrados durante muchos años. Incluso muchos (principalmente los de las promociones mayores) tenemos temor de graduarnos sin volver al colegio de manera presencial y poder disfrutar nuestros últimos momentos de esta etapa de la vida con todos nuestros compañeros, maestros, familiares y seres queridos.
Es cierto que el espíritu del colegio lo lleva cada uno de nosotros en nuestro interior e intentamos que permanezca en nuestra actual forma de vida. Sin embargo, aun extrañamos nuestras antiguas costumbres, tales como: ir a la cafetería diariamente, pasar por la sala de profesores para pedir ayuda, pasar el recreo con nuestros amigos más cercanos, ver los partidos de fútbol y otros deportes en los que un equipo nos representa, y vivir experiencias que nos marcarán por el resto de nuestras vidas.
Muchos siempre dicen que los últimos años del colegio son la etapa que más se debe disfrutar, pues en esta no tienes tantas responsabilidades como las que tiene un adulto, pero al mismo tiempo tienes la madurez suficiente para tomar decisiones y elegir tu camino. Para muchos, estamos perdiendo “los mejores años de nuestras vidas” y tenemos miedo de que todas estas tradiciones y experiencias queden solo en el pasado.
Sin embargo, aún no perdemos la esperanza de que la situación mejore y llegue el momento en que las condiciones nos permitan poder volver a la realidad a la que siempre hemos acostumbrado a vivir. Anhelo profundamente poder volver a vivir mis últimas experiencias en la etapa escolar junto a todas las personas que formamos parte de la familia del Colegio Inmaculada.
Es importante que cada uno de nosotros se pueda enfocar en el presente y tenga una visión positiva, optimista y alegre sobre nuestro futuro, haciéndonos la idea de que lo más probable es que las cosas mejoren, conservando así la esperanza de regresar.
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