Autora: Mariana Soriano
El primero de mayo de 1886, los “mártires de Chicago” marcharon para obtener mejores condiciones de trabajo. En aquella lejana época, era común trabajar entre 12 y 16 horas diarias y ochenta mil trabajadores fueron lo suficientemente valientes como para salir a las calles a marchar y reclamar. Tres días después, un 4 de mayo del mismo año, durante la marcha principal en Haymarket Square, aparentemente un ciudadano lanzó una bomba hacia los policías. Esto resultó en un juicio y luego pena de muerte para cinco de los líderes de la marcha, quienes definitivamente no tenían nada que ver en este atentado. Después de mucho esfuerzo, se fue poco a poco institucionalizando el día del trabajador y un 15 de enero de 1919, treinta y tres años después de las protestas en Estados Unidos, se reconoció el día del trabajo en el Perú.
En el período 2014-2019 (3,1%) ya se observaba una desaceleración económica con respecto al período 2002-2013, puesto que se observó un crecimiento del 3,1%, mientras que en el periodo anterior se evidenció uno de un 6,1%, sin embargo, durante el 2020 la economía se contrajo un 11,12% debido al covid-19. Esto en definitiva afecta a millones de trabajadores peruanos, esto se evidencia puesto a que entre febrero y abril del 2020, la cantidad de personas con trabajo, tanto informal como formal, disminuyó un 25% con respecto a las mismas fechas del año pasado. De este 25%, un 80,4% perdió su trabajo directamente gracias a la pandemia, lo que demuestra la gravedad del asunto.
Si nos enfocamos en los formales, visualizamos que a pesar del hecho que a nivel nacional, entre el 16 de marzo al 24 de mayo de 2020, ingresaron 195,400 trabajadores a Planilla Electrónica, la cantidad de trabajadoras que salieron de esta asciende a 435, 600. Estas cifras demuestran que hay 240,200 personas más sin empleo. Por otro lado, si nos enfocamos en el sector informal, vemos que 4 '0739000 personas (aproximadamente un 39% de este) perdieron sus negocios o puestos de trabajo, principalmente en las áreas de hotelería, restaurantes, manufactura, construcción y minería.
En definitiva son cifras alarmantes, y muestran que la pandemia no sólo deja muertos por infecciones, si no, también deja a muchas personas muertas de hambre. Es imposible retirar las medidas sanitarias que se han impuesto debido a que ellas salvan miles de vidas al día al evitar una mayor propagación del virus, sin embargo, es también importante que recordemos que hay muchas familias que no tienen ningún ingreso desde hace un año, por lo que debemos ser agradecidos con lo que tenemos y vivir este día del trabajo en la comodidad de nuestro hogar, pero recordando que hay muchos que lastimosamente este año muchos no llegarán a experimentar esto.
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