Autora: Maria Lucía Herrera
Es un cliché, lo sé, pero es algo que parece que no ha quedado claro….. Hasta que lo vives.
Realmente debemos ser sinceros en que muchos de nosotros no le tomamos importancia, o por lo menos no la necesaria, a los peligros en internet.
Es cierto que no es el caso de todos, pero sí de la mayoría, y realmente es absurdo que esperemos a que nos pase para saber lo peligroso que es, es mucho mejor entenderlo y prevenirlo. ¿Por qué lo sé?
Porque me acaba de pasar.
Yo pertenecía a un grupo, roleábamos ahí (rolear es actuar como si fueras un personaje, inventado o no). Eventualmente guardar números con los que hablaba más, un día, estaba tranquila hablando con una de ellas, cuando de pronto me llega un mensaje de un número desconocido (en el sentido que no estaba en ningún rol ni nada de eso), eso me asustó, pero me asusté aún más cuando me doy cuenta que escribieron cinco números, exactamente los del mismo mensaje. Nadie sabía mi nombre, pero si mi seudónimo del rol. No dije nada, solo reporté y bloqueé los números, nada pasó después, pensaba que había pasado la tormenta. Que equivocada estaba.
Al día siguiente estuvo todo tranquilo. Era el Día del Padre, así que no revisé mucho mi teléfono, pero a la hora de hacerlo me doy cuenta que tenía otro mensaje, y justo cuando entro me llega otro. Salí de todos los grupos menos del principal, y, cómo yo era uno de los siete personajes principales dentro del rol, le escribí a los otros protagonistas. Me dijeron que les había pasado lo mismo. Casi me da un ataque. Evaluamos qué podíamos hacer, cuando se revela toda la verdad. Resulta que habían creado una cadena de chats falsos con nuestros números, y por eso a todas nos escribían tantos números raros, ahí me puse furiosa, no solo era un peligro, si no que también una violación a nuestra privacidad, pues nadie nos avisó o siquiera nos preguntó si estábamos de acuerdo, al descubrir quién fue me molesté aún más, pero eventualmente se me pasó. Al final todo acabó, borraron la cadena y nadie más nos ha escrito.
Sin técnicamente haber hecho nada, me llevé un fuerte susto. Ahora piensen si alguien lo hace, no necesariamente a propósito, pero así cómo es sencillo encontrar una cuenta o un número, es muy fácil hackear tus cuentas, violar tu privacidad o hasta encontrar tu dirección IP. No es algo que debamos tomar a la ligera, menos en estas circunstancias, porque a pesar que pensemos que al estar en confinamiento no nos puede pasar nada, es a partir de internet que se empieza, y no necesitamos hacer acto de presencia para terminarlo.
Es tan sencillo como saber con quién hablas, qué información das, estar pendiente de lo que pasa en redes, más ahora que se usa tanto debido a que es nuestra forma de comunicación actual.
No sabemos quién está detrás de la pantalla.
Y lo cuenta alguien a quien le pasó eso más de una vez. No necesitas ver para creer, solo mantente alerta en todo momento.
TEN CUIDADO.
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