Autora: Aitana Bendayán
Desde hace un par de años he visto al ocho de marzo, Día Internacional de la Mujer, como un día muy controversial. Miles de personas discutiendo por diversos medios, intentando probar tener la razón absoluta de todo incluyendo asuntos que no tienen relación. Desafortunadamente, esta es la manera en la cual se pierde el verdadero significado de esta fecha. Por lo tanto, debemos preguntarnos: ¿qué significa el 8 de marzo?
En principio, claro está, sirve para recordar un hecho histórico: una de las primeras manifestaciones de las mujeres para hacer cumplir sus derechos. El suceso ocurrió el 8 de marzo de 1857, en Nueva York. Miles de trabajadoras textiles salieron a las calles a protestar por las miserables condiciones laborales. Asimismo, esta fecha sirvió para que mujeres en otros países exijan el derecho a votar, a ocupar cargos públicos, a trabajar y a la formación profesional. Sin duda, poco a poco las protestas han ayudado a que cada vez nosotras, las mujeres, podamos tener más oportunidades para desarrollarnos plenamente, como muchas lo hacemos en la actualidad.
En suma, nos recuerda la importancia de la mujer en la sociedad. Ciertamente, desarrollan diariamente en su mayoría un gran rol en distintos ámbitos, uno de ellos son los cargos públicos. Si bien sólo en 20 de los 194 países las mujeres son jefas de estado, el papel desempeñado no ha sido malo. Para probarlo, qué mejor ejemplo que utilizar la coyuntura actual. Dinamarca, Etiopía, Finlandia, Alemania, Islandia, Nueva Zelanda y Eslovaquia, países gobernados por mujeres, han recibido un gran reconocimiento por la rapidez, decisión y eficacia de su respuesta nacional ante la covid-19, además de su precisa manera de comunicar datos de salud pública.
El dilema que cada año ocurre en esta fecha nace a raíz de lo mencionado. ¿Por qué? Porque muchos interpretan estos datos como si se quisiera probar que la mujer es superior al hombre, o en otras viceversa, cuando no es así. Tanto el hombre como la mujer tienen un potencial el cual se debe aprovechar, sobretodo para la búsqueda del bien común. Para qué cerrarse en sólo una visión de la realidad, si sabemos que mientras más puntos de vista se discierne mejor. Es indispensable en sociedades tan diversas como en las que vivimos actualmente.
Para concluir, queda claro que el rol de la mujer es importante en la sociedad. Si bien tenemos muchos beneficios en nuestros tiempos, aún hay cabos sueltos por atar. Que el trasfondo de esta fecha no se pierda ni se olvide. Más bien, que nos sirva para informarnos, escuchar y tomar acción. Sólo de esta manera podremos lograr que tanto hombres como mujeres puedan desempeñar distintas labores que contribuyan al avance de la sociedad.
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