Autora: Camila Blanc
En estas semanas jesuitas que comienzan tenemos un lema: “enREDados con Cristo”. Este tiene que ver con estar conectados con Jesús, con lo que él es, conectados con sus pensamiento y con lo que él quiere para nosotros. Pero para poder estar en RED con Cristo tenemos que primero desenredar nuestra propia red, es decir poder autoconocernos. Enredarse con Cristo significa conocerse porque para formar una RED todas las partes tienen que estar conectadas.
En nuestra sociedad es muy difícil estar seguro de nosotros mismos, hay tantas cosas que nos hacen sentir inseguros, como por ejemplo los comerciales, anuncios, películas, que son conformados por estereotipos. Un claro ejemplo de esto es que todas las publicidades que muestran mujeres, estas son mujeres jóvenes, con cuerpos perfectos, extremidades largas, ojos claros, etc… algo que para la mayoría es inalcanzable. Nos hacen sentir que si no llegamos a ser de esa manera, no seremos aceptados.
Entonces, ¿cómo llegar a descubrir quien eres? La verdad no es nada fácil, hay personas que se demoran muchísimos años en responder esa pregunta, incluso hay algunos que se demoran la vida entera,y otros que no lo logran. Primero, uno tiene que empezar por reconocer sus cualidades, debilidades, en que es bueno, qué cosas disfruta, qué no le gusta. Luego, uno debe saber qué es lo que busca hacer con su vida, en adelante, donde se ubica en unos años, qué es lo que quiere mejorar. Y por último, preguntarse cuál es el camino que lo lleva a la mayor gloria de Dios, qué camino lo acerca más a Dios.
Hay muchas personas que confunden el quien soy, con el quien debo ser, lo que la sociedad quiere que sea. Es muy difícil poder seguir tu camino yendo en contra de lo que la sociedad piensa que se debe hacer ya que esta juzga con ferocidad. Un ejemplo es cuando una persona de la comunidad LGTBQ se declara públicamente parte de dicha comunidad. La sociedad lo rechaza y lo juzga como alguien que que no eres normal. Aunque este tipo de pensamiento ya ha cambiado en algunas personas, de todos modos persiste en nuestra sociedad.
Encontrarse significa aceptarse, tener confianza en uno mismo, saber qué valemos y entenderlo. Estar satisfecho con uno mismo es sentir que vales igual que los demás; por más dinero que tengas o por más fama que tengas nadie vale más que nadie, toda creación de Dios se valora igual y para acercarse a Dios hay que valorarse, demostrándole que nos queremos ya que somos parte de su creación.
En estas semanas jesuitas debemos de buscar nuestro camino, buscar quienes somos y reflexionar sobre quién queremos ser. Es importante entender que cada uno es dueño de su destino, de su persona y de lo que hace con su vida. Conectar con nuestro interior, con nuestros deseos y lo que somos nos lleva al camino hacia Dios. Solo nos queda reflexionar y vivir estas semanas jesuitas como un tiempo en el que vemos la realidad y nos hacemos conscientes de ella, adentrarnos hacia Dios y conociendo su gran poder.
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