Autora: Romina Prialé
Hace ya más de un año nos tocó transformar el método de enseñanza clásico (presencial), a uno que no era conocido por nosotros (virtualidad). Surgieron muchos cambios, incertidumbre de cómo asistir a las clases con esta nueva modalidad y que los alumnos puedan interactuar con los profesores para poder llegar a entender cómo se realizan las clases en la actualidad. Sin embargo, ¿cómo es el CI en la virtualidad? ¿Se ha perdido esa esencia? ¿Tenemos los mismos alcances con las autoridades, profesores y compañeros?
Si bien se han tenido que realizar cambios a lo largo del 2020, considero que hay factores que nunca cambiarán en nuestro colegio, ya que lo caracterizan como tal. Entre estos se encuentran la interacción entre alumno y profesor, el acceso a las autoridades y diversos departamentos de nuestro colegio y el esfuerzo por parte de los estudiantes.
Personalmente, considero que la interacción entre alumno y profesor se ha visto perjudicada en esta modalidad. Se debe al hecho de no poder verle la cara tanto a tus compañeros como al mismo profesor durante los ochenta-noventa minutos de clase. Asimismo, se perdió el encontrarse con los profesores de años anteriores durante el descanso mientras te dirigías a la cafetería o caminabas por el patio con tus compañeros. No obstante, hay situaciones en las que aún se ven similares a la presencialidad, como por ejemplo, las reuniones personalizadas entre el tutor y un estudiante, las actividades dinámicas planteadas a la hora de tutoría, la conexión entre el Consejo De Aula con el tutor y la comunicación con los miembros de este con sus compañeros.
Complementando el aspecto anterior, trataré acerca del esfuerzo y disposición de los alumnos. Cómo es que cada uno busca dar lo mejor de sí en cada circunstancia, cómo plantean nuevas actividades a los tutores, conversan con los profesores para que el ambiente cálido se mantenga, buscan la manera de realizar actividades para la integración de las promociones. Aquellos detalles son los que nos siguen caracterizando y ahora,de manera virtual. Aquí el Consejo Estudiantil tiene un papel decisivo y considero que aquellos que estuvieron a cargo el año pasado supieron aprovecharlo para el bien de cada uno de los miembros de nuestra comunidad. También como lo viene desarrollando el Consejo Estudiantil actual.
Otro aspecto que aún permanece es cómo podemos comunicarnos con cualquier autoridad del colegio mediante una reunión. Desde mi punto de vista, considero que virtualmente es mucho más fácil contactarte con los directivos del colegio para comentarle cualquier inquietud, presentarle una propuesta, entre muchas otras cosas. Como siempre, ellos podrán escucharte y apoyarte en la situación que les presentes. También la comunicación con los psicólogos. Pese a que actualmente su oficina no se encuentra abierta, tenemos el correo de cada uno por si necesitamos alguna ayuda personal, guía académica o cualquier otra situación.
Para finalizar, hay dicha esencia del alumno inmaculado y del profesor de nuestro colegio que nunca se perderá. Entre todos, buscamos maneras para que no desaparezca y vamos por buen camino. La virtualidad no es un obstáculo que impida seguir caracterizándose como el Colegio de La Inmaculada y todo lo que ser Inmaculado representa.
Romina Prialé
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