Autora: Camila Blanc
En la promoción San Estanislao de Kostka 2023 hay una personita genial, es la más amorosa del mundo, la más amable, alegre, juguetona, inocente y podría nombrar muchísimas más cualidades que tiene mi querida amiga. Al verla siempre tiene una sonrisa en el rostro para brindarte cariño, nunca deja que te sientas triste y mucho menos que no te diviertas. Cuando estoy con ella siempre te ayuda a recordar que no debemos dejar de lado nuestro niño interior y disfrutar de la vida al máximo, me recuerda que no tengo nada por qué preocuparme y que no necesito mucho para ser feliz.
Algunos dirían que Fio es una persona con desventajas, en mi opinión ella nos lleva ventaja a todos nosotros. Cuando tenemos un problema, nuestra cabeza se hace un lío, nos envuelve la preocupación, la tristeza, la desesperación y no podemos enfocarnos más que en resolver el problema, Fio hace todo lo contrario, pone una sonrisa en su rostro, busca ayuda y resuelve sus posibles problemas con tranquilidad y luego sigue su vida con libertad. Todas las personas no tenemos el corazón que ella tiene. En cambio, nosotros siempre estamos preocupados por nuestro bienestar, siempre con un poco de egoísmo al pensar. Ella, por el contrario, piensa siempre en los demás, en cómo divertirse con ellos, en cómo jugar, nunca verás en ella una pizca de maldad.
Para muchos en los trabajos puede ser una molestia y hay que aceptar que a veces todos le hemos dicho o le hemos querido decir que ella trabaje su ficha y que nos deje hacer nuestro trabajo, pero esa no es la manera de ayudar y al principio está bien hacerlo porque nadie sabe cómo ayudarla, no es algo que se enseñe día a día y no es algo que nacemos aprendiendo. Pero es algo necesario de aprender, porque vamos a salir al mundo y nos vamos a encontrar con muchas personas que tienen síndrome de Down ya que diez de cada 8.000 personas nacidas tienen esta condición, es decir, si en el Perú somos treinta millones de habitantes, hay un total aproximado de 37 mil personas con síndrome de Down.
No quiero dejar de mencionar que Fio tiene toda la ayuda posible y si esto es así, es porque sus papás siempre se han esforzado para que todos sus compañeros sepamos ayudarla, para que sepamos comprenderla, ellos siempre han organizado reuniones con sus compañeras de salón, creando lazos de confianza con nosotros para que podamos comentar nuestras dudas o para que nosotros también nos contactemos con la tía Eli si es que necesitamos ayuda de Fio o queremos saber cómo se encuentra. Además cuenta con el apoyo y ayuda del Departamento de Atención a la Diversidad e Inclusión (DADIE) del colegio, que siempre acompaña el aprendizaje de Fio junto con sus profesores.
Pero, lamentablemente, no todos los niños con síndrome de Down cuentan con los recursos para poder recibir una educación inclusiva. Muchos por temor a ser rechazados no salen a las calles, la gran mayoría de nosotros no sabemos como tratar con ellos, no sabemos cómo incluirlos en la sociedad de la que ya forman parte.
Recuerdo mucho que al principio, cuando todos eramos chicos, nadie hablaba de que era de lo que tenía Fio, a decir verdad, yo sabía que ella era igual que nosotros, es decir, era una niña como todas y en realidad así es como debe ser tratada, por que ella es igual que nosotros. Tal vez no aprenda como todos los adolescentes de su edad y no hable con la misma fluidez que todos, pero ella es igual una persona que tiene sentimientos, que sabe reconocer cuando comete errores, que necesita cariño y sabe darlo. Nadie debería dejarla de lado solo porque en realidad no la entienden, alguien tiene que enseñarnos a entender y creo que, por lo menos en el caso de Fio, eso se ha logrado con el tiempo, conociéndola, hablando con ella, con sus papás, preguntando en Inclusión y teniendo siempre presente que si tenemos dudas sobre algo podemos preguntar. Pero, ¿y si no hay a quien preguntar?
¿Qué ocurre cuando en el colegio en donde estudias no hay espacio para un grupo de inclusión, cuando nunca has convivido con alguien especial y de pronto sales al mundo real y te encuentras con que, en la calle, en tu trabajo, en la parada de bus, en el tren, hay alguien que tiene síndrome de Down? Entonces el único lugar que tienes para preguntar, tal vez sea Google, buscarás este síndrome y luego tal vez simplemente trates a aquella persona con desprecio o con “pena”, dejándola de lado, creyendote superior y, quizás aprendas con el tiempo cómo coexistir con dicha persona o tal vez nunca lo hagas, de una u otra manera quien sentirá todo ello, quien vivirá tu proceso desde el otro lado, será esa inocente chica o chico con esta condición que se sentirá despreciado y sin entender el porqué. ¿Crees que lo merece?
No, nadie merece eso, pero es lo que hay, es lo que pasa diariamente en todo el mundo, lo que ocurre día a día en el Perú, ya que aquí solo el 30% de personas con síndrome de Down estudian en un colegio ya sea particular o público porque también es muy bajo el número de colegios inclusivos y no muchos están equipados adecuadamente para recibir a un niño con ciertas discapacidades.
A lo largo de los años los Ministerios de Educación, de la Mujer y Poblaciones Vulnerables han sacado diferentes normas para que no exista la discriminación, protegiendo a los niños con discapacidades, pero esto no es suficiente. Debemos recordar que esto NO es un tema tabú, no debe de darnos vergüenza aceptar que en nuestra sociedad hay personas con discapacidades, es algo sobre lo que se debe de hablar, sobre lo que se debe enseñar, en todos los colegios y en casa. Sí tal vez no se puede en algún colegio incluir a niños especiales entonces dar charlas sobre ello, generar encuentros amigos con colegios especiales para que todos sepamos que el mundo solo está completo cuando lo vemos con estas personas que no te dejan olvidar la felicidad, que te traen de vuelta a la niñez, que le dan a este loco mundo un poco de cordura, que le dan arte, que le dan color y que nos demuestran que ser diferente no es malo, somos un mundo diverso y hay que aceptarlo y no solo quedarnos allí, si no también empezar a ser un mundo inclusivo. ¿Te animas a informarte más y a tener un corazón más grande?
Artículo en honor al día del Síndrome de Down.
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